martes, 23 de julio de 2013

CONTUNDENTE

La AFA ya recaudó 6.500.000 de pesos de los equipos que participan del Argentino B
Se paga demasiado y no hay grandes motivaciones. Esa cifra corresponde a la primera etapa del campeonato. Los clubes consideran que el formato es inviable y le piden a las Ligas a las que pertenecen que reclamen enérgicamente ante el Consejo Federal.

Una fortuna

Vayamos a los ejemplos. Los clubes que intervinieron en la subzona Sur de la Zona 7 Patagónica del Argentino B, disputaron 14 juegos de local, en un sistema que se basó en cuatro ruedas de todos contra todos. En esos partidos, los clubes que hacían de local, abonaron, como tasa fija y mínima una cifra poco mayor a los 4.700 pesos por cada uno. Si la recaudación subía, obviamente el canon al Consejo Federal también aumentaba. En ese paquete, se incluyó el llamado control antidoping, que no se hizo durante todo el torneo, pero que también se paga, sin que existan explicaciones. Tanto por el pago o porque no se hace.

Por esos catorce cotejos disputados en condición de local, el centenar de clubes abonaron, cada uno, un poco más de 65.000 pesos que multiplicado por cien, llega al monto indicado al principio: 6.500.000 pesos. Que se dirige derecho a las arcas de una AFA que mira de espaldas al país y se centra, fundamentalmente a los grandes centros urbanos o al radio que involucra Capital Federal y el conurbano bonaerense, donde pululan, también, cientos de clubes en las categorías directamente afiliadas al ente rector del balompié argentino y a quienes subsidia permanentemente, no sólo con préstamos no reintegrables, sino con un sistema de torneo donde el campo de juego más lejano está a 140 kilómetros, una cantidad de kilómetros insignificante a recorrer, por caso, para las instituciones patagónicas, teniendo el caso más extremo al Club Atlético Boca Juniors, pero de Río Gallegos y obviamente a Real Madrid de Río Grande, semifinalista de la primera etapa 2013 del Torneo del Interior.

La realidad marca que los clubes son cada vez más pobres y que hay una AFA cada vez más rica, que inventa sistemas de disputa financieramente imposibles, relegando aún más a entidades deportivas a un rol de ser simples observadores de un deporte que es propiedad de todos los argentinos, por más que vivan a 1.500 kilómetros de distancia.

La solución está en la dirigencia deportiva liguista del interior que dice representar a los clubes que le pertenecen. Su capacidad de gestión, el plantarse ante los popes afistas y golpear, de vez en cuando, la mesa y no ser tan dóciles no es tan malo y reclamar por lo que es más justo y participar de la organización de los campeonatos y defender los propios intereses tampoco, porque seguir girando alrededor de un círculo vicioso es una muralla inexpugnable para la solución del problema, como que la perinola de “toma todo” caiga siempre para un lado.

Si se logra ello, se obtendrá, además, un torneo sólidamente identificado con los aficionados de todo el país. Inclusivo. Algo que no es poco.
 
Fuente: Diario Jornada

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