martes, 26 de octubre de 2010

Otra vez la violencia...

Fernández Oro consiguió una gran victoria de visitante ante San Martin por 3 a 1, en un reducto más que difícil, dentro y fuera del campo de juego. Hugo Martínez volvió a facturar por dos y Perilli coronó una buena tarde sellando el marcador. Más tarde llegaron los incidentes, producto de la imprudencia de los locales de hacer salir a las parcialidades por el mismo acceso. Un grupo de simpatizantes de San Martin agredió a hinchas de Fernández Oro en la salida.
Ya en el partido de tercera donde los “Leones” y Oro empataron por la mínima, el juez del encuentro debió parar el partido por unos minutos durante el complemento, ya que cayeron piedras desde afuera del estadio hacia el campo de juego. Colaboradores de la institución aseguraron seguridad fuera del predio y el cotejo siguió.

El partido de primera, se vivió en un clima hostil. Desde la tribuna local y dentro de la cancha también. Insultos desde una parcialidad a otra, agresiones verbales al banco de los visitantes, menciones xenofóbicas hacia los colegiados. Todo un presagio de la finalización lamentable del espectáculo deportivo.

Simplemente las cosas pueden prevenirse, es decir, partiendo de la base de las ideas mal puestas que tienen individuos sobre qué es ser hincha, sobre qué es querer al fútbol o a una institución, y que sólo hacen mal a su club, al fútbol de la Liga Confluencia y a todo lo que rodean.
Un partido, un espectáculo deportivo, comienza en la semana. Con lo que pude generar a nivel deportivo, a nivel convocatoria. Con sin una simple comunicación entre las instituciones, se puede coordinar, trabajar en conjunto.

Claro está, que los responsables directos son los dirigentes de San Martin, por la misma imprudencia de hacer que las hinchadas salgan por el mismo acceso, siendo que en la cancha de los cipoleños por lo menos existen tres salidas. Dos por la calle Chile y otra por la calle Estrada.

Sin embargo, seguidores de San Martin, e incluso se estima que pudo haber gente que simpatiza con el club Albinegro, se mantuvieron a la espera de la salida de los visitantes. En principio, arrojándoles bebidas e insultando a mujeres, a las familias que se estaban retirando. Más tarde, llegaron las agresiones físicas en el acceso, ante los ojos del pasivo accionar policial. Prosiguieron las corridas para refugiarse, en medio de una lluvia de piedras que caían desde los techos del estadio hacia la calle Chile. No hubo heridos de gravedad.


Fuente:http://orodeportivo.blogspot.com

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