Un nuevo período de confrontación se avecina en Cipolletti por el dinero que se destinará al armado del nuevo plantel de fútbol que disputará el Torneo Argentino A 2010/’11.
La subcomisión espera el regreso del presidente de la institución, Julio Arriaga, para tener una reunión sincera de partes y trazar el camino a seguir. Sin embargo, por lo que se alcanza a ver en la hoja de ruta habrá más de un golpe en las curvas.
Los directivos de la pelota albinegra pretenden mayor presencia en los números por parte de la Comisión Directiva y el titular del Club está dispuesto a subir la apuesta, pero sin erogar dinero.
¿Cómo se explica esta situación?
Actualmente, el plantel viaja en un micro que le pertenece a Cipolletti, unidad que representa, según altas fuentes de la dirigencia, un ahorro de 20 mil pesos mensuales al grupo de trabajo en la disciplina.
Desde que se abandonó la figura del gerenciamiento, el ómnibus ha estado a disposición del equipo de Domingo Perilli, que ha sido el técnico inamovible de todas las partes.
El nuevo aporte de la entidad sería el hostel que se terminará en el mes de noviembre sobre la calle Mengelle, en el primer piso de la confitería que funciona en la sede social y posibilitará seguir con la costumbre de los canjes.
Los equipos del Torneo Argentino A y B suelen llevar adelante este tipo de prácticas, con prestadores de la ciudad se acuerda por el alojamiento de los visitantes y luego se recibe la misma respuesta.
Según los cálculos estimados, prescindir del hotel para Cipolletti representaría un ahorro de 25 mil pesos cada 30 días, lo que elevaría el aporte a los 45 mil pesos, más del 30 por ciento de lo que demandó, por ejemplo, la última participación (140 mil pesos mensuales).
De los aportes comprometidos con la campaña deportiva, según el sector arriaguista, OPS pondría unos 15 mil de la misma moneda (150 mil en la temporada). Algo que parece muy poco.
Así, la presencia de la institución en el fútbol “profesional” estaría ubicada en un lugar de privilegio del presupuesto.
El punto será conocer si a los integrantes de la subcomisión les resultará suficiente ese aporte porque parece difícil que el estado provincial puede destinar dinero, menos mientras Arriaga sea el mandamás.
Este fue uno de los puntos de conflicto durante la última pretemporada, antes de iniciarse el calendario 2009/’10. Por entonces, se reconoció puertas adentro que fue la voz de Alberto Weretilneck la que se hizo oír en la oficina de Miguel Sáiz a modo de gestión personal del actual Intendente de la ciudad.
El Gobernador prometió destinar un dinero para las arcas del fútbol cipoleño y luego no pudo sostenerlo, pero ya había activado la interna entre el grupo de trabajo y el Presidente Albinegro.
Meses después, en una exitosa cena de recaudación desarrollada en Stihmpra (Fernández Oro), llegó el tiempo de los acercamientos y una convivencia por conveniencias que sólo el sueño del ascenso mantuvo hasta el final en Paraná.
Mientras tanto, la formación de jugadores aparece olvidada con un plantel de la primera local que hace tiempo cedió protagonismo y divisiones inferiores a las que la competencia interna no les alcanza para garantizar buena materia prima.
Arriaga sostiene que hace años no se promueven juveniles, y desde la subcomisión entienden que como máximo referente no puede desentenderse de semejante forma de un recurso genuino del club como puede ser la formación de jugadores.
Por otra parte, la fuerte presencia de la petrolera sobre el final de la campaña cipoleña la posiciona de manera diferente porque más allá del monto original asegurado fue evidente su aporte en el final, material y de logística para allanar el camino a la final.
Este es otro punto que despierta muchos interrogantes, porque Arriaga se jacta de haber sido quien acercó a la compañía al club, pero ahora parece que los empresarios petroleros están más cerca de Horacio Pierdominichi y Cía. que del titular albinegro. Es más, hasta se habla de que el gerente regional de OPS, Guillermo Jesualdo, tiene serias intenciones de candidatearse para suceder a Arriaga.
El fútbol es demasiado negocio para ser solamente un deporte. Aquí manda el dinero y los presupuestos. Los encargados del fútbol llegaron a la conclusión que lo que se tiene es muy importante, pero que con eso no alcanza. Arriaga también lo entiende así, pero no está dispuesto a sacar dinero de otras subcomisiones -o de las arcas del club- para una campaña deportiva. Sabe que el fútbol es pasión de multitudes, pero también tiene bien en claro que en las asambleas de socios para renovar autoridades es la disciplina que menos votos aporta.
En esa disyuntiva anda el club Cipolletti. La eliminación en Paraná generó un fuerte cimbronazo. Se acercan períodos de nuevas confrontaciones.
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